Hoka One One Gaviota

Las Hoka One One Gaviota son curiosas y no porque el nombre parezca español y tampoco porque sean las primeras zapatillas con tanto control de esta marca sino porque son capaces de dar muchísimo soporte pero de una forma bastante agradable y progresiva pudiendo ser utilizadas tanto por pronadores fuertes como por neutros a los que no les moleste llevar un poco de soporte.

El secreto es la tecnología J-Frame, que coge su nombre por el diseño con forma de J que adquiere la doble densidad que se ha ubicado en la mediasuela. El soporte es muy progresivo, en parte, gracias a la segmentación que tiene la mediasuela, que también le permite que, a pesar de sus grandes alturas, no se comporte como un bloque que dificultaría mucho la dinámica de la pisada.

Aquí también entra en juego el diseño curvado de la mediasuela que, gracias al efecto mecedora, permite llevar una dinámica que a algunos incluso puede sorprenderle al compararla con cómo se mueven otras zapatillas para pronadores.

La suela, como en otras Hoka One One, ofrece mucho contacto con el suelo y, además, se ha reforzado en las zonas más propensas al desgaste con lo que, incluso con una pisada regularcilla, deberían dar muchos cientos de kilómetros. En el upper han puesto todo el conocimiento que han ido adquiriendo en estos años para ofrecer unas buenas cotas de transpirabilidad y suavidad pero sin olvidar que son unas zapatillas para pronadores con lo que han de mantener mucha contundencia para que el pie no se vaya de vareta como se ve claramente en cómo han envuelto el mediopié.

A pesar de toda esta contundencia que hemos descrito, apenas pasan de los 300 gramos, dato muy bueno si se compara con el que marcan sus rivales.