Saucony Guide ISO

Lo más llamativo de las Saucony Guide ISO, como seguramente os imagináis por su nombre es la incorporación del ISOFIT que aparece integrado en su upper pero, cuidado, porque no queda ahí la cosa ya que también ha cambiado el diseño y composición de la mediasuela. Está claro que las Saucony Guide ISO son unas de las zapatillas más queridas por Saucony y por eso siempre las renuevan con mucho cuidado y las tratan tan bien lo que les ha llevado a ser unas auténticas superventas, unas zapatillas que nunca fallan. En la mediasuela, se han pasado al PWRFOAM, más ligero y duradero y con algo más de respuesta que la combinación de SSL EVA y SRC que tenían sus predecesoras. Además, al tener un único material, se consigue mayor homogeneidad en la transición de la pisada.

No podía falta el EVERUN, presente sólo en la topsole que hay entre el footbed y la plantilla y que, con esa capa de tres milímetros mejora mucho el confort. En la parte interior, para luchar contra la pronación o simplemente para dar algo más de soporte tenéis la cuña de mayor densidad. Es poco intrusiva y, de hecho, las pueden utilizar perfectamente los neutros y los que tienen plantillas personalizadas y necesitan un toque extra de soporte por parte de las zapatillas. En la suela siguen más o menos las líneas generales de sus predecesoras, con un diseño basado en el Tri-Flex, XT-900 en las zonas de mayor desgaste e IBR+ cuando se quiere garantizar un buen agarre. Con el ISOFIT, combinado con un upper suave y maleable se ha mejorado mucho la adaptabilidad y sujeción permitiendo además una buena sensación de amplitud. Difícil ponerle pegas o sacarle defectos a las Saucony Guide ISO.